Iglesia gótica de 240 metros cuadrados y 13 metros de altura en cabecera. De una nave con dos capillas en cruz, de finales del s. XV. Con bóvedas, claves y nervaturas estrelladas y restos románicos. Ábside poligonal renacentista, con contrafuertes hasta el alero.

La pila bautismal es románica, con gallones, decoración geométrica y fuste cilíndrico.

El retablo mayor, de Domingo de Amberes, de 1557, dedicado a San Martín, estofado y pintado por Pedro Ruiz de Carmago y Juan de Cea. Restaurado en el año 2002.

La iglesia tiene un precioso artesonado bajo el coro, una Anunciación en una lauda sepulcral, un púlpito liso de piedra con ménsula moldurada de 1798 y tres retablos más en las capillas laterales.

La portada, románico-gótica del s. XIII, cuenta con cuatro arquivoltas apuntadas decoradas con puntas de diamante y capiteles con hojas de acanto, centauros y sirenas.

La torre es barroca de dos cuerpos, con una segunda parte decorada con pilastrones, óculos y pináculos, con 8 huecos, obra de Francisco de Basteguieta en el año 1734 con piedra de Hontoria.